martes, 16 de febrero de 2010

El misterio que somos



¿Cómo era que se llamaba ese califa?, creo que Harún Al Raschid. (No me voy a tomar el trabajo a ir a buscarlo en ningún libro ni en internet). El tipo salía en compañía de su visir por las calles de Bagdad. Se hacía pasar por uno más de entre las gentes, un comerciante cualquiera. De esa manera, conocía lo que pensaba la gente del pueblo. Claro, en esa época no existía la fotografía ni la televisión. Los pobladores del lugar no sabían cómo era el rostro del califa.
Pero el asunto es que este hombre no tenía realmente jerarquía. Lacan ha dicho: “Si un hombre se cree rey, está loco; pero si el rey cree que es el rey, también está loco”. Harún al Raschid no se creía el califa. Le tocó ese puesto así como a cualquier otro le tocaba ser herrero, comerciante o marino.
Tomemos ahora el caso de cualquiera de nosotros. Viene alguien de visita a tu casa. No lo conoces porque no has tenido mucho trato con esa persona. Así que cada cual habla de sí mismo, cuenta las cosas que hace, las que piensa, las que siente.
Al hablar de sí mismo, esa persona dice “yo”. Cuando hablo de mí, en circunstancias semejantes, digo “yo”. Pero, ¿qué soy yo? Te cuento: hago esto y aquello, hace años hice tal y tal cosa, estudié, trabajé, gané plata o perdí, viví en tal ciudad y luego en tal otra. ¿Eso es lo que soy yo? Evidentemente, no.
En realidad, no sé quién soy. Tú no sabes quién eres. ¿Para qué hablar tanto? Para reforzar lo conocido. Pero si seguimos en este juego, tú creerás que eres lo conocido y yo también alimentaré la misma fe.
Así es como ignoramos el misterio que somos.


-----------------------------------------------------------



Extraído de "Tabú" - Vita Preziosa - Editorial Ananda

3 comentarios:

  1. SI, IGNORAMOS LO QUE SOMOS.
    DEJANDONOS LLEVAR POR UNA BRISA LLAMADA VIDA, SABIENDO QUE ALLA AFUERA NO SOMOS NADA.

    ResponderBorrar
  2. “Entre los múltiples caminos que pude haber elegido para enseñar,
    He escogido el del amor “
    OMAR ALI SHAH

    ResponderBorrar
  3. Sí, Nanako. Sabemos que el misterio es la sustancia que somos. Sin embargo, por pura inercia social, preferimos aturdirnos con la ignorancia de lo conocido.
    Vivir en el misterio es otro mundo, aunque parezca que estamos en éste.

    ResponderBorrar