viernes, 29 de enero de 2010

La práctica imposible




El así llamado "pensamiento emocional" tiene una carga de gran peso, que Phanta Boyd suele identificar con la ley de gravedad. Es pensamiento y es sentimiento, pero además está atrapado en la sensación de tener un cuerpo. "Por eso es que cada uno se identifica con su propio cuerpo", agrega Phanta. El pensamiento emocional, entonces, no es otra cosa que "mi" pensamiento.
En esta línea de reflexión, encontramos la estridente proclama de Wei Po, para quien está claro que "todo emana de tu corazón". Pongo como ejemplo a la misma Phanta, que sabe reírse por igual de quienes la tratan con cariño o sin cariño. "El mundo objetivo no existe", señala entonces.
Esto viene a cuento del famoso monje anónimo. Lo llamo así porque la historia no consigna su nombre, así que podría llamarse tanto Fun como Huang. Vamos a llamarlo Chang, por puro arbitrio. Resulta que este Chang era un monje de los fanáticos, de esos que han practicado Zen toda su vida. Cualquiera puede aparecer ahora en el escenario y preguntarme: "¿Cómo se puede practicar Zen?" Con lo cual, desaparecen las intenciones. Practicar Zen es como respirar debajo del agua. (Este es un chiste para los peces).
Una de aquellas noches, Chang estaba paseando por los alrededores del monasterio y pisó algo viscoso. "Un sapo", pensó, mientras se alejaba de allí tremendamente conmocionado. Es que los budistas practicantes (esto también es un chiste) consideran que deben cumplir con el precepto de respetar la vida. Así que no matan ni siquiera una cucaracha que de repente aparezca por la cocina. Pero todos nosotros sabemos que el Zen no es budismo, sino que se disfraza de budismo. Así que prestemos atención a la historia. Chang se fue a su celda y aquella noche no pudo dormir tranquilo. Cientos de sapos se le aparecieron en sueños y le exigían su vida a cambio de la muerte de aquel sapo. Despertó sudoroso y con la respiración agitada. De inmediato, salió corriendo hacia el lugar donde había ocurrido aquel incidente. Para su alegría, descubrió que tan sólo había pisoteado una berenjena marchita. En ese mismo instante, todo su desasosiego se desvaneció y Chang tuvo en claro por primera vez el significado de la frase: "El mundo objetivo no existe". A partir de aquel incidente supo que practicar Zen es imposible. No hay nadie que objetivamente pueda realizar una práctica semejante.



--------------------------------



Extraído de "Satori for free" - Vita Preziosa - Editorial Ananda

4 comentarios:

  1. A mi me parece que el Zen no se puede practicar porque es la espontaneidad pura.

    ResponderBorrar
  2. Por eso mismo, tampoco se puede elaborar ninguna teoría acerca del zen. Hay un libro de Vita Preziosa, muy interesante, que habla de esto: "La leyenda de Wei Po".

    ResponderBorrar
  3. Quiero complementar mi anterior comentario, porque acabo de recordar un párrafo de "La Mirada del Zen" (libro de Flora Espinosa) donde se transcribe este diálogo:
    Novicio: ¿Cuál es la práctica del Zen?
    Wei Po: La práctica del Zen es su teoría.
    Novicio: ¿Y cuál es su teoría?
    Wei Po: Su teoría es la práctica.
    En definitiva, cuando dividimos el mundo en práctica y teoría estamos reduciéndolo a una historia personal: buscar el provecho que yo puedo sacarle al mundo y a la vida. Pero el Zen te remite a la No Dualidad. No existe división entre el mundo y tú. Cuando queda en claro que tú eres el mundo, ya no estás tratando de conseguir nada ni de hacer lo que quieres. Entonces, como dice Julia, estás sumergido en la espontaneidad pura.

    ResponderBorrar
  4. Si desapareces, desaparece el mundo. Y al mismo tiempo sigues en él, sólo que esos asuntos ya no te incumben.

    ResponderBorrar