El cosmos cabe adentro de un punto que, dentro de sí, anida otro punto, y que dentro de sí tiene otro punto más, sin que haya medida que los alcance, por más veloz que sea.
Tanto en idioma de ida como de vuelta, a esta composición se la conoce con el nombre de infinito.
Basta que atesores el cosmos dentro de ti, para que te quedes sin palabras. Una sola palabra dejaría sin madre a tu cosmos y sin hijo.
Por eso, haber hablado de “tu” cosmos, si queremos comulgar con rigor sin fisuras, es una simple licencia poética, porque ya está visto que eso (lo que acaso llames “tu” cosmos) no es más que una semilla de un árbol exterior y de otro interior. Me dirás que cada árbol produce miles de semillas y que todo esto parece el juego de nunca acabar. Es que nunca se acaba.
El infinito es eso que (dentro y fuera de ti) está yendo más allá de sí mismo. Así que palabras como “adentro” o “afuera” son igualmente licencias poéticas. Sirven para trazar el mapa de lo inefable con su propio territorio.
“Y yo mismo, ¿qué soy?”, puede que te preguntes. “Yo mismo” también es otra licencia poética.
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Extraído del libro "Huecos en la Enredadera", de Furia del Lago - Editorial Ananda
Y sin embargo... al principio era el Verbo. Lo que pasa es que "principio" es otra licencia poética. Y ya estamos... como al principio, otra vez. Un beso paradojal, querida Furia.
ResponderBorrarvaya fractal :D
ResponderBorrarCon licencias poéticas ;)
Namasté!
Soy “Yo mismo” y mis circunstancias
ResponderBorrarGracias Furia, abrazos
Y cuando el Misterio aparece el lenguaje encuentra un freno,sólo la poesía y las paradojas lo señalan.
ResponderBorrarUn abrazo Furia!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarQuerida Furia: entiendo que lo que dices es que no estamos separados, que eso que llamamos, "Yo mismo", es parte de ese infinito que nos rodea, de ese infinito que somos, que no tienen límites y que el lenguaje no puede ponerle nombre. (Ay! me siento como una buena alumna levantando la la mano en clase).
ResponderBorrarLa poesía no puede ser explicada.
Un amoroso abrazo.
En terminos impersonales explicar el infinito que se es es puro desatino. ¿a quién explicarle nada? En terminos personales esto se traduciría simplemente como no tomarse en serio. Pero en serio, incluso cuando crees tomarte en serio el desatino de la vida sigue operando.
ResponderBorrar¿Puede acaso separarse el ruido del sonido? En la música de la vida todo el sonido que soy surge y retorna a este silencio que es.
Hola Furia,
ResponderBorrarsin licencias no se podría hablar de lo inefable. Y qué mejor que utilizar licencias poéticas. Muy bello. Cada día disfruto más de este lenguaje. Gracias.
Un abrazo!
Hola Furia:
ResponderBorrarLas licencias poéticas ayudan a salir del vértigo, hacemos pie en ellas y agradecemos ese "permiso" para hablar de lo desconocido...aun sabiendo que no sabemos de qué hablamos...y nos seguimos columpiando en el vacío.
Un abrazo.
Hola, Amelia. Se me ocurre que la paradoja debería ser enseñada en las escuelas. Llevaríamos con más ligereza la vida. Un abrazo.
ResponderBorrarNo lo había pensado como fractal, Xan Kai Sen, pero tienes razón. Y las fracturas de la composición se dan precisamente a través de esas licencias poéticas. Por ejemplo, decir "yo" ó "tú" como si no fueran nada más que fantasmas gramaticales. Gracias por la visita.
ResponderBorrarHola, Arianna. Es el juego de la nube en medio del cielo. Después de todo, la conciencia es un niño que juega con el universo. Un abrazo.
ResponderBorrarSí, Zanara. La idea de jugar con el misterio es acostumbrarse a jugar todo el día con el misterio y toda la noche, hasta en sueños. Eso apaga el lenguaje y cuando se quiere hablar, terminas hablando paradojas.
ResponderBorrarPero en realidad es el misterio el que juega con cada cual. Hasta que lo descubrimos y nos dice: "¿Ves? Me disfrazo de ti. Pero tú no estás en ninguna parte y yo estoy en todas".
Hola, Sina. Luego pasaré de visita por tu casa. Un abrazo grande y cálido.
ResponderBorrarNo, Paula, es cierto. Las explicaciones no cuentan en este paisaje. Es nada más que jugar y sin propósito de ninguna especie.
ResponderBorrarLas explicaciones medran en el territorio de la utilidad. "¿Para qué sirve todo esto?" (por ejemplo). O cosas por el estilo. Pero la vida no tiene ninguna explicación, así que todo da igual.
Viene alguien y te pregunta: ¿Por qué haces esto o aquello, si total la vida te despoja de todo y algún día vas a morir? Respuesta: Porque sí.
El Patrón le preguntaba todo el tiempo a Zorba el Griego por qué. Hasta que Zorga le dijo: ¿Por qué siempre tiene que haber un porqué?
Abrazo...
Sí, Anónimo. Veníamos hablando un poco de eso. Ese poema mínimo que nos regalas al final es como la explicación que lo explica todo y al mismo tiempo nada: "En la música de la vida todo el sonido que soy surge y retorna a este silencio que es".
ResponderBorrarSurge y retorna, como el instante, como la nota musical, no en dos actos, en uno solo. Y lo que denota es que lo manifestado no existe.
Supongo que la pregunta es: "¿Puede acaso separarse el sonido del silencio?" No se puede. El sonido no existe (con sólo parar la oreja se comprueba), el silencio no existe. Por lo tanto, el poema no existe y tampoco existen ni el que escribe el poema ni el que lo lee.
En esas condiciones, ¿quién puede hacer distinciones entre "desatino" y "atinado", o entre tomarse en serio o no?
En este caso, podríamos concordar en que señalar que "el desatino de la vida sigue operando" es como un pedazo de aire tratando de agarrar otro pedazo de aire. No hay nada que esté operando ni haciendo nada, ni mucho menos hay quien pueda determinar dónde empieza el desatino y termina lo atinado.
La división entre personal e impersonal, por otro lado (tan usada por Balsekar), es un recurso funcional para mostrarnos que lo personal no existe. Y si no existe lo personal, tampoco existe lo impersonal, porque no hay nadie que haga la división imaginaria.
Todo esto sería una explicación prosaica de nadie acerca de la nada. También están las explicaciones poéticas. Pero es imposible determinar cuál es cuál, porque no existe nadie que haga la distinción. Es como ponerle nombre a un anónimo. Ja. ¿Cuál es la diferencia?
Hola, José Manuel. Lo que dices me parece interesante. Hay que disfrutar este milagro de la conciencia. ¿Por qué no? No tragarse ninguna ilusión, pero saborear la luz que emana de verlas tal como son. Recuerdo que Don Juan le reprochaba a Castaneda: "Cumples con la consigna de no apegarte a nada, pero estás confundiendo no apegarte a nada con no disfrutar de nada".
ResponderBorrarSí, claro. Nada existe. Todo es ilusión, pero todo es milagro. Y mientras paso por aquí, por esta gran ilusión, por lo menos disfruto.
Un abrazo, amigo.
Hola, Delia. Si hubiera sabido, empezaba leyendo tu comentario, porque has resumido con pocas palabras todo lo que no he podido decir. Por supuesto, no sabemos de qué hablamos. Y seguimos columpiándonos en el vacío. Ja. Un abrazo, querida.
ResponderBorrarYo sueño que estoy aquí
ResponderBorrardestas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño
y los sueños, sueños son.
un beso y un realo.
(Pedro Calderón de la Barca, siglo XVII)
Les recomiendo a todos un poema de Marco Tulio González Miranda, un poeta guatemalteco, que pueden encontrar en el blog de Antonio (http://mouni-poeticadelsilencio.blogspot.com/2010/04/soneto.html#comments
ResponderBorrarHola, Nanako. Qué buen regalo el de Calderón. Un beso.
ResponderBorrarFuria del alma, sabes que me encanta lo que escribes!
ResponderBorrarQué sincronicidad con algo que hoy comentaba con un amigo, con respecto a que "la cosa" sigue y sigue...
Le confesaba que durante muuuuuuuuuuucho tiempo, al ver mi ombligo muy muy hundido, estaba convencida de que no tenía fin, de que "se conectaba" con algo más interno y que no sabía dónde acababa, jajaja... Como si no acabaran las cosas en el ombligo, y todo se prolongara hacia quién sabe dónde...
Me ha encantado "la conciencia es un niño que juega con el universo".
Me la quedo!
Un beso grande, amiga mía.
(Seguimos intentando mediante solicitudes, aunque sean repetidas, que se inicie la campaña de Avaaz para las víctimas del Tibet, e intentando que la gente se conciencie y haga algún donativo; aunque sea poca cantidad, será al menos "algo".
Me preguntaba si puedo sugerirte que te adhieras a divulgar alguna información sobre estas acciones que podemos, entre todos, llevar a cabo de manera personal, para que tantos y tantos niños y adultos heridos, a la intemperie y con temperaturas bajo cero, puedan recibir ayuda del mundo, condenados como estan al olvido por el régimen chino.
He publicado hoy otro post relacionado con ello, con las ayudas que les podemos prestar, y la divulgación es una primordial, ya que ni las noticias hablan de ellos, y los monjes budistas que son los únicos que les están asistiendo e incinerando los cadáveres, dicen que van unos 10.000 muertos.
Gracias amiga mía, y si no lo secundas, también lo entenderé, pero es que por muy pequeña que sea la cantidad del donativo, repito, puede representar la frontera entre la vida y la muerte.
Un abrazo muy grande
Hola, Joy. Tal como prometí en mi visita a tu blog, he comenzado a divulgar en todo lo posible por Facebook (eso lo manejan mis hijas) lo que está ocurriendo en Tibet y las maneras de adherirse. Veo que ahora has publicado un nuevo post sobre el asunto y ya estoy yendo a verlo. Y voy a invitar a todos a que lo visiten. Un abrazo, amiga.
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