Sólo un placer me arrogo: el de sentir
que soy un extranjero en cualquier parte.
Se me hace demasiada la niñez
en que mi pueblo abandoné.
Y acaso
si ayer hubiera sido, lo creería.
Ahora que retorno, sé muy bien
que mi acento natal
permanece inmutable.
Son mis cabellos los que le han robado
la nieve a los inviernos.
La tarde, suspendida en el perfume
de los lirios, quizá
me haya esperado todos estos años.
Cerca del pueblo ya,
por el camino,
me salen al asalto unos pequeños:
"Forastero, y tú: ¿de dónde eres?"Liu Chang-------------------------------------------------------------
Extraído del libro "La Colina Encendida", de Liu Chang - Editorial Ananda
Hola Furia:
ResponderBorrar..."y tú de dónde eres?" la pregunta que deberíamos hacernos cada mañana al despertar...bello y sabio poema que le da un nuevo sentido a la palabra "extranjero".
Gracias y un abrazo.
Yo también pienso que esta pregunta nos la deberíamos hacer más a menudo ...
ResponderBorrarBella poesía, gracias Furia.
Un abrazo luminoso, Sina
Melancolía vital. Una emoción que estremece. Una visión tan vasta que abarca la vida entera. Es un poeta simple, pero me gusta esa profundidad.
ResponderBorrarHermoso poema
ResponderBorrarSi algun dia vuelvo a mis orígenes, quizá me haga esa pregunta .
Hoy, soy ciudadana del mundo, no soy de ningún sitio concreto, aunque me gustaría algún día volver , es lo que siento ahora
Feliz noche Furia, un cálido abrazo
Precioso Poema Furia,
ResponderBorrarMi verdadero hogar...el SER...
" Y ahora que retorno, sé muy bien
que mi acento natal permanece inmutable"
Un abrazo mi querida amiga por este profundo poema...
Maribel
Sí, Delia. Es una pregunta sencilla y, sin embargo, viene cargada con todo el abismo de la mirada que nos está viendo vivir.
ResponderBorrarMe agrada esa manera de observar que te nace de adentro y de ver lo nuevo como siempre nuevo...
Un abrazo
Hola, Sina. Estamos compartiendo esta belleza que no tiene dueño, como nosotras mismas. Siempre me gratifica tu visita.
ResponderBorrarUn abrazo lleno de paz para ti.
Hola, Oso. Comparto contigo ese sobrecogerse melancólico de la vida que transcurre y que nos muestra este poema.
ResponderBorrarHola, Arianna. Me pasa como a ti. Estos versos hablan de una especie de nostalgia que siempre guardamos en algún rincón del corazón, una nostalgia por aquella tierra natal donde jugábamos al amparo del milagro.
ResponderBorrarMe hace acordar a Don Genaro, que tanto extrañaba volver a Ixtlán y a quien siempre le parecía que estaba a punto de llegar...
Gracias por tu visita. Un abrazo de otoño para ti, primavera...
Hola, Maribel. Ese sabor del hogar permanece inmutable en nosotras. Y es lo que compartimos.
ResponderBorrarGracias por tu visita luminosa...
Un abrazo