La niña juega con la muñeca, piensa que es la mamá de esa nena. Imagina cosas y más cosas. Que le prepara la comida, que le tiende la camita para que luego se eche a dormir. Y antes de dormir le cuenta un cuento.
Pero incluso a esa edad, todas esas fantasías duran poco. La niña muestra interés por inventarse un mundo para su muñeca, hasta que entonces aparecen la escuela y los compañeros de escuela. Y, sobre todo, el mundo de los adultos.
Ahí estará el cambio: la niña dejará las muñecas y aprenderá otros juegos. Los juegos que le proponen los adultos.
Se juega a vivir como se aprende a vivir. No son dos procedimientos distintos. Los varones hacen sus juegos y también aprenden a su manera.
Cuando ambos, varones y mujeres, empiezan a transitar un camino que los acerca y los une, también realizan sus juegos.
La adolescencia es un ensayo general para luego poner en escena una obra de teatro: la edad adulta.
Lamentablemente, los jóvenes ignoran esto, se toman en serio y luego terminan la edad adulta sin darse cuenta de que sólo es una obra de teatro, una representación donde cada cual puede adoptar distintos personajes, fluir, inventar nuevas posibilidades, crear aventuras sobre la marcha y descubrir los misterios de la vida sin parar.
¿Eso es lo que hacen? Por supuesto que no.
El muchacho se siente atraído por la chica y ella por él. Más que suficiente. Se ponen de novios. Eso es lo que se estila. Algunos hay que van más allá y se casan. Tienen hijos, forman una familia, cumplen con sus deberes como padres…
Pasan veinte años y el marido cree que conoce a su mujer. ¿Cómo ha llegado a semejante pantano emocional?
Eso es válido también para ella. La esposa cree que conoce a su marido. Ha entrado en el mismo juego y en la misma rutina.
La niña abandona las muñecas porque se le ofrece un mundo para crecer (la escuela, los amigos, la sociedad) y tiene que aprender a vivir en ese nuevo mundo.
Pero muchas, al casarse, posiblemente piensan que han concluido el aprendizaje. Creen que ya tienen en su poder lo que necesitaban y que, por lo tanto, no existe ningún nuevo mundo para transitar.
Cuando yo era niña me sentía muy amiga de Jesús de Nazareth o Francisco de Asís, por ejemplo. ¿Cómo se puede ser amiga de alguien a quien no has conocido personalmente? No lo sé. Pero he conocido a personas de la secundaria o la universidad, por ejemplo, con quienes no he podido tener ni un asomo de intimidad, o por lo menos algún acercamiento, no digamos amistad.
En cambio, yo tengo amigos maravillosos como Nisargadatta Maharaj ó Ramesh Balsekar. Y nunca les he dado la mano.
Suscitar el misterio, sentirlo en el cuerpo, dejarlo correr por las venas, despertarse. El arte de vivir tiene mucho de esta devoción por lo desconocido. Es verdad, nada puede decirse del misterio. Pero compartir este silencio de ser es un bálsamo en la marcha por el páramo. Somos desconocidos.
Despertar, no dejarse distraer
por la comodidad del miedo. Irse
de todas las probables lejanías
que te impiden leer con este cuerpo
las señales que aquí quedan escritas.
Quedan, aunque se van, hechas de río.
Quedan en esta forma que se va
transformando. La magia persevera
cambiando lo que está por lo que está.
Vita Preziosa
El novio desconoce a la novia. Al descubrir esto, también comprende que se desconoce a sí mismo. Todo este asunto del noviazgo produce incertidumbre por demás. ¿Qué hacer? Los varones necesitan ser guiados. Las mujeres necesitan ser contenidas. ¿Cómo hará este pobre novio para “controlar” sus emociones? Eso es al menos lo que exigen las costumbres circundantes. No olvidemos que al muchacho lo guían las costumbres de los demás. Por lo tanto, hace lo que hicieron los otros, antes de él. Se casa con ella. Eso (piensa él) terminará con la incertidumbre y el descontrol.
Cuando miras a tu mujer y no la reconoces, ahí comienza la catástrofe.
Uppaluri Gopala (U.G.)
Hay que poner algo en claro: lo conocido y lo desconocido no existen. Son dos inventos de la mente.
Simplemente, una persona adopta costumbres, muchas de ellas se transforman en rutinas y al final terminan por quedarse a vivir en forma de jaula que encierra a la persona.
Nadie repara en ello. La Reina Comodidad siente que es reina por derecho divino.
Un hombre o una mujer, adiestrados por la costumbre social, adoptan comportamientos rutinarios y luego a esa conducta la denominan “yo”.
Para el hombre ordinario, el mundo es lo que la gente hace. Para un guerrero, el mundo es un misterio insondable.
Don Juan Matus
Esto es lo que se llama el proceso de identificación. La conciencia queda encerrada en la burbuja de una personalidad. Nissargadatta Maharaj decía que la persona se identifica fácilmente con el cuerpo, con el pensamiento, con las opiniones, con los papeles que les toca desempeñar en el ámbito social. Es por eso, aseguraba, que sufrimos tanto.
Levantaba la mano y explicaba:
Miren cómo se tocan mi dedo pulgar y mi dedo índice. Cuando me identifico con el índice, soy el que siente y el pulgar es el objeto de mi experiencia. Cuando la identificación es al contrario y yo me ubico en el dedo pulgar, siento que este índice es como un objeto. Puedo cambiar de atención y convertirme en cualquier cosa que mire… Yo llamo amor a esta capacidad de entrar en otros focos de la conciencia. Puedes darle el nombre que quieras. El amor dice “Yo soy todo”. La sabiduría dice: “No soy nada”. Entre estos dos fluye mi vida.
A su vez, Jack Kornfield, al comentar estas palabras de su maestro, señala: “La capacidad de cambiar de identidades no pertenece sólo a los gurús de la India. Es una habilidad humana. Muchas ocupaciones requieren la capacidad de entrar en otras identidades. Los mejores rastreadores de animales se convierten en el animal que persiguen. Los buenos detectives se adentran en la identidad de sus presas. Los actores triunfan por su habilidad en adquirir de forma convincente otras identidades. Una madre se identifica de forma natural e instintiva con su bebé que llora. Los amantes dicen que sus corazones laten como uno solo”.
En la película “Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos”, un hombre y una mujer (una pareja) deciden borrar los recuerdos que tienen el uno del otro. La película es una metáfora sobre la rutina y la gran obsesión de meter la vida dentro de lo conocido.
Ambos se someten a una operación hecha por una máquina que les borra los recuerdos. Quedan limpios. Casi al final, el hombre dice: “Tanto tiempo perdido con alguien sólo para descubrir que es una desconocida”.
Lo nuevo es permanente. Su pureza
pasa por donde no se mancha y donde
no conoce siquiera la pureza.
Lo conocido es muerte que se esconde
apenas ve lo puro. Todo es nuevo…
Lo viejo es nada más que pura nada.
Pero nada es más viejo que lo nuevo
ni tampoco lo nuevo. La mirada,
que ve a los dos en uno, sin piedad
ni violencia navega la sorpresa
de comprobar que toda la pureza
escapa de sí misma sin edad
para fundar su mítica riqueza:
el viejo truco de la novedad.
Vita Preziosa
Cuando somos niños, la frescura del momento nos posee. A medida que vamos cayendo y decayendo por el tobogán de la rutina, esa frescura se va perdiendo.
Es difícil encontrar a un viejo con toda su frescura, como el caso de Maharaj, por ejemplo.
Si lo nuevo es permanente, quiere decir que no existe ni lo nuevo ni lo viejo. ¿Qué es este misterio al que llamas “mi esposo”? ¿Qué es este misterio al que consideras “mi mujer”?
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Extraído del libro "Gracias a la Vida", de Furia del Lago - Editorial Ananda
Querida Furia
ResponderBorrarCuanta enseñanza para incorporar!!!
En algún punto me siento fuera de algunas rutinas, no tuve muñecas, no tuve novio, marido ni hijos.
Eso no evitó que pasara por muchos sufrimientos, que los inventos de mi mente me encerraran en una jaula.
Pero hace mucho, mucho tiempo me dí cuenta de ella y desde entonces trabajo arduamente para salir de allí y encontrar, vivir el misterio de la vida, el misterio insondable del guerrero.
Te abrazo con mucho amor. Gracias mi amiga desconocida y maravillosa
Silvia
Querida amiga, tomo prestada esta consigna para guardarla muy adentro... "compartir este silencio de ser es un bálsamo en la marcha por el páramo".
ResponderBorrarGracias Furia es una suerte poder encontrar luces así.
Abrazos!
¿De verdad de pequeña eras amiga de Jesus y de Francisco??? Yo aún no puedo olvidar la cara que se le quedó al cura de 2do grado del colegio Marista, cuando le pregunté: ¿como es que la virgen María pudo quedarse embarazada por el espiritu santo? ja.ja.ja.... Obviamente de niños nuestra realidad es bastante diferente, yo soy de la idea que con el "primer recuerdo" con el primero de todos que tengamos hoy de nosotros mismos (allá por los 2 o 3 añitos)con ese primero, empieza el gran circo mundial de nuestra vida, solo "terminable" cuando de nuestra alma sale (el preferido de Mafalda) "PAREN EL MUNDO QUE ME QUIERO BAJAR!!!!"
ResponderBorrarUN CARIÑO
Querida Furia, cuando me doy la escapada y visito a mis amigos virtuales es como llegar a casa, como una vez escribí en una entrada:
ResponderBorrarCuando comienzas a vivir la conciencia plena de la vida, la forma de percepción de la misma cambia, ya no hay apariencias físicas, ni materiales, si no se perciben las almas tal cual son, plenas , en la búsqueda interior para llegar a lo Absoluto.
Entonces, esas almas comienzan a coincidir y se llenan del Espíritu con el que cada una de ellas cantan.
Cantan al amor, a la verdad, a la naturaleza y la constante en cada una de esas almas es la alegría, gracias que así es.
Hoy me siento muy contenta con tu entrada, me siento que Estoy, recibe un cariñoso abrazo Furia.
Extraordinaria entrada!. Hay tantos atisbos, tantos dedos apuntando a la Luna, que he necesitado unas cuantas lecturas y creo que volvere otras tantas!! :)) pero esta vez, esta frase toca mi momento presente: "la gran obsesión de meter la vida dentro de lo conocido", no vendría nada mal un "reset" :)) Gracias amiga!
ResponderBorrarMe gusto esta entrada tan llena de luz te contesto con un amigo que no tuve el placer de conocer pero que también escribía la vida en un papel
ResponderBorrarHomenaje a Federico Garcia Lorca
El poeta comprende
todo lo incomprensible,
y a cosas que se odian,
él, amigas la llama.
Sabe que los senderos
son todos imposibles,
y por eso de noche
va por ellos en calma.
Un besote para vos querida Furia.
Hola, Silvia. Tal como dices, sólo basta con desechar las trampas de lo conocido, de la rutina, de los comportamientos habituales. El misterio es lo que es, pero nosotros lo convertimos en “mundo” y así suponemos que estamos en condiciones de manipularlo.
ResponderBorrarUn abrazo grande para ti, amiga desconocida.
Qué bueno, José Manuel, que podamos compartir este silencio de ser. Un abrazo, amigo.
ResponderBorrarHola, Santosham. A la manera de amigos imaginarios (como lo somos nosotros) hay quienes nos hablan al oído del prodigio de no haber perdido la inocencia. El inocente vive en la panza de su madre sin interrupción, aunque esa madre parezca una ciudad, una canción, un plato de ñoquis (mientras te escribo, mi hija está cocinando y el olor a salsa dominguera invade la casa), aunque esa madre parezca el universo entero o una hija, ya te digo. Me voy a comer, pero antes te dejo este mensaje. Es realmente un éxtasis sencillo tener amigos desconocidos. Y un éxtasis gigante descubrir que todo es desconocido. Un abrazo.
ResponderBorrarEso mismo, Queoquina querida, el alma percibiendo el alma, hasta descubrir no existe más que una sola. La gracia de tu visita me llena con esto que eres y esto que soy, la alegría de vivir. Un abrazo grande, amiga.
ResponderBorrarJa, ja, Zanara. Me da risa eso de “resetear” la vida. Pero es así, tenemos una obsesión por lo conocido que termina por hacernos sucumbir a la oscuridad. Gracias a ti por tu visita. Un abrazo.
ResponderBorrarChe, Nanako, esto de Federico es sublime. Un hermoso adorno para el blog. Gracias, con besote incluido.
ResponderBorrarMe has regalado el poema de tu espontaneidad, bailarina Teresa. Muchas gracias por tu amistad luminosa. Un beso.
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