Sólo el ser puede conocer el ser. Puesto que no hay nada separado, no existe posibilidad alguna de ignorar el ser. Somos el ser. Somos lo que es. Y eso no es iluminación ni tampoco no-iluminación.
Solamente lo que es puede saber “qué es” lo que es.
Un maestro de Tai Chi se paró delante de sus alumnos y les pidió que contaran los movimientos que hacía con sus manos, sin caminar. Así que movió las manos en distintas direcciones y luego preguntó: “¿Cuántos movimientos hice?” Todos respondían encimándose unos con otros: “Diez, doce, nueve, once…” El maestro sonrió y les dijo: “Uno solo”.
Ser lo que es. Sin que haya nadie que quiera entender. Si hubiese alguien que quiere entender, es porque pretende que la vida entera, la totalidad, el ser absoluto, estén a disposición de sus ganas de comprender, de sus conveniencias y sus ambiciones personales.
No puedes fabricar sino el instante
que se está fabricando. Tú eres eso.
Flecha del infinito que en el aire
va trazando su huella, la molienda
de lo que todavía no recibe
nombre propio ni rostro queda en blanco.
En este sitio donde ya no estás
la luz muere en la luz. Es lo que eres.
Vita Preziosa
No hay nada que obtener. Esta es la clave de lo que dicen los maestros Advaita. Somos lo que somos, no lo que creemos ser, ni lo que fingimos ser.
Tratar de alcanzar la totalidad, entonces, constituye una manera de creer que estoy alejada de ella. Pero eso es imposible. ¿Cómo puede ser que no esté incluida en la totalidad? Es obvio que mi mente se ha excluido de lo total y me quiere convencer, a toda costa, de ser alguien que está separada de lo absoluto.
¿Por qué desperdiciar energía con lo que tú no eres? Ve directo a lo que eres. Nuestra verdadera naturaleza está más cerca que todo pensamiento. Es la fuente de todo pensamiento.
Jean Klein
¿Qué es lo absoluto? ¿Es todo, es nada? No lo podemos saber. Es inconcebible. Es lo que es. Y aquí mismo se revela por sí solo.
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Extraído del libro "Simplemente Ser", de Furia del Lago - Editorial Ananda
Descansando en el misterio, no hay nombre ni descripción posible.
ResponderBorrarCariños.
Siendo eso que soy, no hace falta nada más que decir...
ResponderBorrarCómo nos despistamos, querida!
ResponderBorrarTan sencillo...
Un fuerte abrazo
Difícil pero posible mi querida Furia.
ResponderBorrarYo lo intento, siempre lo intento y trato de practicarlo, en mi clases de tai y de yoga.
Cada día me siento más con la totalidad.
Que tu domingo sea resplandeciente de luz y amor.
Un abrazo
Silvia
Así es.
ResponderBorrar"No hay nada que obtener." Exacto: NADA!
ResponderBorrarGracias amiga, gran libro "Simplemente Ser".
Un abrazo virginal (según esta definición http://medicinamadre.blogspot.com/2010/10/el-hombre-virginal.html)
Lindo querida Furia:
ResponderBorrarNo desperdiciar energía, que bueno .
Hoy se derrocha y mucha seria bueno usarla para algo bueno, para amar, para la alegría no escapemos de lo que somos desperdiciando energía en distraernos.
un besote.
Esa es la cosa, todo lo que se obtiene ha de desaparecer en algún momento. Es la paradoja de llegar a la Nada para ver que simultáneamente lo es Todo.
ResponderBorrarGracias amiga, un abrazo.
Hermosa descripción, Delia: descansar en el misterio. Me la quedo. Un abrazo.
ResponderBorrarEs así, Gorka. De repente, todo está simplemente en su lugar. Y no hay concepto que pueda describir esto.
ResponderBorrarTal como dices, Joy. La sencillez iluminadora. Un abrazo grande.
ResponderBorrarSomos la totalidad y sólo hay que sentirlo, Silvia. Un abrazo fuerte.
ResponderBorrarHola, Vasishtha. Así es.
ResponderBorrarUn beso para ti, Teresa, en esta danza donde somos uno.
ResponderBorrarSí, Zanara. El abrazo del presente, virginal. Y un beso para ti.
ResponderBorrarJa, ja. Eso de no desperdiciar energía, Nanako, sabía que te gustaría. Un besote.
ResponderBorrarJa, ja. Eso de no desperdiciar energía, Nanako, sabía que te gustaría. Un besote.
ResponderBorrarDices bien, José Manuel. Zambullirnos en la paradoja y dejar que sea lo que es. Un gran abrazo.
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