sábado, 3 de julio de 2010

Más acá de la dualidad



Las palabras nunca tocan la esencia. No lo hacen cuando se dice “amor” pero tampoco cuando se dice “niño”, o cuando se dice “vecino”. Algunos citan a Lao Tzu y dicen: “El Tao que se puede nombrar no es el verdadero Tao”. Entonces piensan que el Tao es algo misterioso, como si hubiera algo que no lo fuera. Yo nombro “niño” y eso no es el verdadero “niño”. Usamos la palabra “vida” como si supiéramos de qué hablamos. En definitiva, todo es misterioso. Y dentro de tanto misterio, el lenguaje.
Las vacas no hablan entre sí, los perros se ladran, pero nosotros hablamos. Usamos símbolos y conceptos, nos transmitimos fórmulas matemáticas o recetas de cocina, contamos historias y hacemos películas.
Las palabras pueden transmitir ideas y las ideas hacernos llegar emociones, mientras que las emociones pueden transmitir sensaciones. ¿Cuál es la sensación del silencio? La del no nacido.
Un no nacido es alguien que no muere ni nace. La sensación del silencio consiste en estar aquí por primera y última vez, las dos cosas en una.



Angelo Nero – Termino de leer esto que has escrito y trato de entenderlo. Cuando hablas del no nacido pienso que estás usando eso como metáfora. Pienso que hablas de la inocencia.
Turiya – La inocencia es el estado de ser, sin atributos. No ser esto ni aquello, sino sólo ser.
AN - Quieres decir, entonces, que el no nacido es algo nuevo, siempre fresco.
T – No, no. De ninguna manera. Por supuesto que no es algo nuevo. Si fuese nuevo, es porque lo estarías comparando con lo viejo.
AN – Y tampoco es viejo.
T – Claro que no. Lo viejo es un concepto que resume todos los conceptos. La inocencia no tiene nada que ver con los conceptos.




Angelo Nero – Los que meditan, a mi entender, están tratando de recuperar el estado de inocencia.
Turiya – El estado de inocencia no puede pertenecerle a nadie. Por lo tanto, nadie lo ha perdido y nadie tiene necesidad de recuperarlo. Su cualidad es la de no ser personal y, por lo tanto, no puede ser atesorado por ninguna persona.
AN - ¿Ninguna persona puede ser inocente?
T – Lo personal es el abandono de la inocencia.
AN – Entonces, cuando el niño empieza a decir “yo” para referirse a su propia persona, es cuando abandona la inocencia.
T – Así es. A partir de ese momento se inventa para sí mismo una persona que está separada de la totalidad.
AN – Pero no está separada.
T – Claro que no, el niño imagina que está separada.




Angelo Nero – Estuve buscando el origen de la palabra inocencia y proviene de nocivo. Quiere decir no-nocivo, que no hace daño. La palabra inocuo quiere decir lo mismo y tiene la misma raíz. Una persona inocente sería, entonces, la que no hace daño.
Turiya – En el mundo de las personas, todo es perjudicial o beneficioso, según quien sea el que reclame tales resultados. ¿Por qué son así las cosas? Porque en el mundo de las personas existe una separación ficticia. Todas las personas tienen una religión inevitable: se creen separadas. Por lo tanto, lo beneficioso es beneficioso para mí; y lo mismo pasa con lo perjudicial.
AN – Ajá, entonces la persona separada es la que inventa el beneficio y el perjuicio.
T – Así es. Las nociones de bien y mal existen para la persona separada, es decir, para el ego. Si tomas a un bebé recién nacido, ¿qué es lo que está mal para él y qué es lo que está bien? Lo ignora. A medida que va creciendo, lo averigua. Cuando tiene hambre, llora. Y cuando siente algún dolor, o algún malestar, también llora. Eso es entonces lo que está mal: aquello que le hace daño a su persona.
AN – De manera que el bien y el mal son conceptos egocéntricos, que están basados en la persona propia como eje del mundo. El mal es lo que me hace mal a mí, y el bien es lo que me beneficia.
T – Todos los conceptos son egocéntricos. Nacen del ego. Es el ego quien se hace un concepto de su, así llamada, propia persona. Y es el ego el que inventa un concepto del mundo. El concepto básico es dual: yo y el mundo.
AN – De modo tal que la inocencia sería volver al estado de antes de nacer, lo nonato.
T – Los maestros del zen preguntaban: ¿cuál era el rostro que tenías antes de nacer?
AN – Es un koan, sí, algo que siempre tomamos como un enigma que no tiene solución. Pero ahora veo que ningún koan tiene solución porque no es un problema. Es decir, el koan no pertenece al mundo de la dualidad.
T – Claro, puesto que no son un problema, no requieren ninguna solución. ¿Cuál es el rostro que tenías antes de nacer? La inocencia.




La cualidad del silencio es la inocencia. En cambio, en el mundo del ego reina la culpa. Por supuesto, cuando se inventa una dualidad entre yo y el mundo, también se inventa el bien y el mal. Todo aquello que me hace mal “a mí” es culpable de mi malestar.
El silencio nunca duerme ni está despierto, porque reside más acá de la dualidad entre despertar y dormir, más acá de todas las dualidades.
El silencio no nace ni muere. No tiene un centro donde hacer eje, porque, para el silencio, todo es centro.


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Extraído de "El Amor es Todo lo que Hay", de Furia del Lago - Editorial Ananda
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Foto: Juego de espejos, de Dionisio Mayor

17 comentarios:

  1. “La quietud en la quietud no es la verdadera quietud”

    Gracias Furia, hoy es demasiado para mí,

    me pasa como con los koan , son acertijos que no pueden ser resueltos a través de la lógica común en esto radica precisamente su complejidad. eso me pasa hoy al leerte, paso de la simplicidad a la complejidad, es mi mente

    un abrazo amiga y felicidades!!!! eres brillante escribiendo, y me encanta perderme

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  2. Querida Furia,
    con estos diálogos, una vez más, el Angel Nero que hay en mí "ha visto" su rostro no-nacido, y eso es lo más bueno, lo más descansado, no hay nada comparable a ello. Mis agradecimientos.
    Un fraternal abrazo.

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  3. Hola, Arianna. El que pierda su vida la encontrará. Esto es un koan pero lo ha dicho Jesús de Nazaret. Y bueno, si te pierdes por aquí, a lo mejor te encuentras. Mucha felicidad para ti, amiga querida. Un gran abrazo.

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  4. Descansar en la inocencia del silencio. Así es, José Manuel. No hay aquí ninguna certeza, pero tampoco ninguna incertidumbre. Es como tú dices: no hay nada comparable.
    Gracias por tu visita, amigo. Un abrazo.

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  5. Hay una afirmación que quiero subrayar: “La cualidad del silencio es la inocencia”. Con esto, se admite que el ego ha creado ese mundo de culpabilidad en donde todo está dividido en bien o mal.
    Me ha dado qué pensar, porque esto indica que el ego está en permanente guerra, en un estado de conflicto que no encuentra jamás disolución, salvo que el propio ego sea disuelto.
    Gracias por estas reflexiones, Furia. Son para profundizar. Un abrazo.

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  6. perdona Furia, pero me he quedado solo en la foto...
    ¿que va a pasar cuando les caiga encima...?

    un chuic

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  7. Que buena imagen que buen dialogo furia.
    Cuando dejamos de estar en guerra y nos vemos sin vernos es cuando nos encontramos
    un gran beso en este día.

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  8. Sí, Oso. El silencio diluye la culpa implícita en dividir al mundo en bien o mal. Es la aniquilación del juez, también llamado ego.

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  9. Hola, Santosham. También se puede volar hacia lo alto. Como un chuic al cielo.

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  10. Abandonar la guerra, Nanako. Buena propuesta. Un besoto.

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  11. Furia hoy creo que es tu cumpleaños.
    Así que también te felicito por aqui.
    Cumpleaños felizzzzzzzzzzzzzzzz, te deseo de todo corazón ... y que cumplas muchos más.
    Feliz día, querida amiga.
    Un gran abrazo lleno de cariño.

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  12. A siii??????????
    Eligió Ud. un buen día Independentista, para nacer
    Pues que lo cumpla muy felizzzzzzzz y con mucha luz propia!!!!!!!!
    un saludón

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  13. Sina, querida. Me agrada que recuerdes mi cumpleaños y que lo festejemos a la distancia.
    Hace unos días me encontré con un chico que me pidió una moneda en la calle (en Porcópolis, que tiene 12 millones de habitantes, hay de todo). Le pregunté la edad y me dijo que tenía 10 años, pero parecía menor. Se me ocurrió preguntarle cuándo cumplía los años, pero el chico no sabía. Así es, no sabía el día de su cumpleaños.
    Bueno, algo parecido me ocurre a mí. Recuerdo mi cumpleaños porque me lo recuerdan otros. Y me da gusto festejarlo, porque es lo mismo que festejar nada. Me hacen regalos. Tomamos una gaseosa y brindamos. Hasta me han regalado un par de tortas exquisitas. Aparte de eso, algunos regalos convencionales y hasta un regalo completamente sorpresivo de mi querida España.
    No te olvides de poner en mi muro el día de tu cumpleaños, Sina. Por si te olvidas y tengo que recordártelo. Un besote luminoso para ti, gota de luz.

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  14. Así es, paisano Santosham. Aquí cumplimos años todos. Para no andar con pequeñeces. Un abrazo.

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  15. El amor es tan expansivo que se queda sin medida, Teresa. Y la inocencia es como el cielo, abierta a lo que es, tal como tú dices. Un beso así de grande para ti.

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