El entusiasmo no conoce casa
ni camino. Fecunda su obra de arte
lo mismo con la flor que con el fruto,
con la semilla o el cosechador.
Y en el radiante rostro del vacío
dibuja la sonrisa de la plena
satisfacción. Acaso lo conozcas
con otro nombre: ganas de vivir
porque sí, nada más, sin un motivo,
sin dueño, ni tesoro ni despojo,
sin más riqueza que la de vivir.
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Extraído de "El Amor es Todo lo que Hay", de Furia del Lago - Editorial Ananda
Entusiasmo:Llenarse de Dios. Y sí, gamas de vivir.
ResponderBorrarBello, bello.
ResponderBorrarGanas de vivir porque sí, sin un motivo. Hay ahí una clave muy importante, algo así como el asombro de ser y de disfrutar siendo.
Gracias Furia.
Un abrazo!
Muy lindo. Simpatizo con la descripción "porque sí".
ResponderBorrarUn abrazo :-)
... y que surgen sin buscarlas, pues si las buscas se escapan, y están a la vuelta de un pensamiento ... :)
ResponderBorrarUn gran abrazo!
Asi de simple es, cuando se experimenta que la vida te abraza y abrazas a la vida
ResponderBorrarGracias Furia, un abrazo
Solamente alegría de vivir, gracias por este regalo.
ResponderBorrarTe abrazo.
Hola Furia: muy linda la foto con la que ilustras este incomparable poema, se parece mucho al colibrí que visita todas las mañanas mi jardín, en procura de su cuota de néctar de las flores del aloe. Siempre me maravilló este animalito tan vital y pequeño, lleno de la gracia de Dios, creo que es un supremo exponente de las ganas de vivir.
ResponderBorrarEn esta luminosa mañana el entusiasmo surge con la espontaneidad con la que respiro, agradecer por estar viva es lo más que puedo hacer, mientras espero a mi amiguito a que asome por el jardín.
Un beso.
Me encanta este post!
ResponderBorrarEs un canto a la vida, y yo que ando en eso ahora!!!
Gracias, querida Furia.
Un abrazo muy luminoso.
Llenarse de Dios, Amelia. Hasta que todo deseo se convierta en Dios deseando a Dios.
ResponderBorrarSí, José Manuel. Es la clave. Todo motivo es sinónimo de Ego. ¿Quién tiene motivos, si no?
ResponderBorrarLas ganas de vivir, Toni, que vienen porque sí, desde lo más hondo de sí mismo, de la vida misma. Un abrazo.
ResponderBorrarSin buscarlas, Zanara, esas ganas de vivir hacen poesía con cada gesto. Un abrazo grande, querida.
ResponderBorrarTú lo has dicho, Arianna. Si abrazas a la vida, ella te abraza. El entusiasmo, dicho con tus palabras juguetonas. Un beso.
ResponderBorrarGracias a vos, Delia, por transmitir tu alegría de vivir. Te abrazo.
ResponderBorrarLos colibríes son fascinantes, ¿verdad Neytiri? Con sólo aparecer, nos transmiten esas ganas de vivir que no pertenecen a nadie, pero que nos mueven a todos. Un beso.
ResponderBorrarHola, Sina luminosa. Qué bueno que andas por la vida cantándole a la vida. Y me alegra que entre tanta dicha, hayas pasado por aquí. Un abrazote.
ResponderBorrarParece simple, pero es la médula de la conciencia despierta. Por algo dicen que pensar en la liberación no libera, pero sentir la liberación ya es la libertad misma. Un abrazo, Furia.
ResponderBorrarHola, Furia. Es interesante destacar que el entusiasmo entendido así, como arte, fecunda esas obras de arte que tu poema reúne con el apelativo de la "riqueza de vivir".
ResponderBorrarJesús decía: "A cada día le basta su afán". De eso se trata. Un beso
La indagación intelectual, Oso, siempre se acomoda un lugar para mantener ahí al indagador. Pero la emoción pone en movimiento. No da tiempo para vacilaciones. Con ella, la revelación se pone en juego. Un abrazo.
ResponderBorrarSí, Luciana. Cada día es la obra de arte que tenemos que hacer. Y el artista máximo es el entusiasmo, porque nos llena de Dios, como dice Amelia. Un beso para ti.
ResponderBorrarHola furia:
ResponderBorrarQue bueno arrasar con energía cada instante y que me devore la vida, como el sol al día.
Un gran abrazo.
Eso mismo, Nanako. Escribir poesía con el cuerpo. Un besoto.
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