Angelo Nero – En nuestra última conversación, me decías que el amor es un darse que recibe interminablemente el don de dar. ¿Cómo se concibe algo así?
Turiya – No puedes concebirlo. Quiero decir, no es algo que puedas encerrar en un concepto. El concepto es un reducto donde pretendemos encerrar lo que se puede concebir mentalmente. Pero el amor no se puede encarcelar. Es como si el corazón quisiera atrapar al latido.
AN – Es algo que nos traspasa…
T – Sí. La persona que aparentamos ser, este organismo humano al que llamamos mujer u hombre, es como una flauta, traspasada constantemente por el viento de la música vital.
AN – Esa música vital es lo que llamamos amor.
T – Puedes llamarlo amor, si quieres. Tengamos en cuenta que todo esto no son más que conceptos. Pero bueno, para eso están los conceptos, para ir más allá de ellos. Son como escaleras, las usas para subir y una vez que estás arriba ya no las necesitas más.
AN – Quiero saber por qué no podemos amar. Da la impresión de que todos supiéramos qué es el amor, pero al mismo tiempo es imposible definirlo.
T – Eso es lo que pasa con saber. El saber siempre es algo incompleto, por definición, porque al saber estás encerrando una experiencia vital en un reducto de la memoria llamado funcionamiento conceptual. Con el amor pasa eso que tú dices, todos lo conocemos, pero al mismo tiempo lo desconocemos. Es que no podemos clasificarlo, ni manipularlo, ni hacer nada con él. Sólo podemos vibrar con su vibración. Y, de hecho, lo estamos haciendo.
AN - ¿Lo estamos haciendo? ¿Quieres decir que estamos realmente sintiendo amor?
T – Lo que digo es que estás vibrando al compás del amor. Tú no sabes cómo, pero tu corazón está latiendo. Eso es el amor. Pero no sabes quién te late el corazón. Yo te lo puedo decir, pero al decírtelo, no estoy diciendo nada: es el amor lo que hace latir tu corazón. Es la vida en su totalidad. Es el milagro del ser manifestado como conciencia de ser. Como ves, te lo digo todo y sin embargo no te digo nada.
AN – A todos nos palpita el corazón. Pero unos son criminales y otros santos. Y todos actúan con ese palpitar del corazón en sus personas.
T – Así es. El amor es la materia prima. Y así como cada uno tiene un rostro diferente, también sucede con cada uno que sus actos serán distintos. Es una sola vida expresada en miríadas de organismos, formas y objetos.
AN - ¿Eso quiere decir que cada uno hace lo que quiere?
T – Lo que quiere cada uno es tener una vida separada, lo que consigue es que la totalidad de la vida destruya esa fantasía de separación.
AN – O sea que, quiera lo que quiera y haga lo que haga, siempre mis deseos personales serán avasallados por la vida en su totalidad.
T – Por supuesto. Lo que quieres es ser alguien, vale decir, alguien separado. Puesto que no estás separado de la vida, eso que quieres será destruido a cada rato. Es inevitable.
AN – Ahora bien, tomemos el caso de una persona que te dice: quiero amar. ¿Puede hacerlo?
T – Eso es lo mismo que decir: quiero vivir. Ya estás viviendo, ¿qué más quieres?
AN – Un momento, ¿estás diciéndome entonces que ya estoy amando?
T – Es inevitable. Somos amor. El amor es la sustancia de la vida. La vida nos crea para amar a la vida. Somos un don de la vida creado para darnos.
AN - ¿Y por qué hace eso la vida?
T – Voy a decirte el secreto, pero tú ya lo sabes: la vida consiste en dar la vida.
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Extraído de "Gracias a la Vida", de Furia del Lago - Editorial Ananda
Que bonito diálogo!!!
ResponderBorrarSólo podemos vibrar con su vibración...
o sea sentir, hay miles de definiciones , nunca llegarán a la esencia de lo que es,
definir algo que se percibe es imposible, quedas muda para expresarlo
Cuando uno experimenta el Amor, no pide ni exige, simplemente ama y ama, como el amor de una madre
abrirte y aspirar la vida, ser una con ella
ahí está a nuestro ojos: el milagro de la vida
Gracias Furia, felices momentos para tí, comparto un abrazo contigo, sin pedirte nada a cambio
Coincido con Arianna, este diálogo es precioso y lo podríamos seguir hasta que...nos demos cuenta cómo el latir del corazón, el movimiento de la respiración, los pasos que damos uno a uno....todo no es más que la afirmación de esa energía que llamamos amor. Nos enredamos al preguntarnos cómo y a quiénes amamos sin darnos cuenta que sólo somos eso...que llamamos amor.
ResponderBorrarUna vez más, gracias amiga y un fuerte abrazo.
Magistral!!! todo el diálogo "el amor no se puede encarcelar,es como si el corazón quisiera atrapar al latido".
ResponderBorrarDime, se puede conseguir el libro aquí en Argentina??
Un abrazo enorme
Silvia
¡Espléndida conversación! :-)
ResponderBorrarQUE DIALOGO TAN LINDO FURIA:
ResponderBorrarSiempre agradecí la vida que mis padres osaron regalarme, nunca se los dije pero seguro que, si la vida es un regalo lleno de amor ya les llego mi amor por este gran milagro
La vida es tan corta como para vivir de lamentos, es importante dar gracias.
Somos lo que hacemos que el mundo brille, empecemos a dar ese amor que somos.
Gracias a vos por darme un día mas de tu compartir.
Un beso.
luminoso diálogo, Furia, para seguir dándole al concepto del amor su valor propio (muy lejos del uso ordinario); amor-vida-consciencia de ser. Conceptos que se ayudan unos a otros para llevarnos a su pura experiencia y recuperar ese milagro y asombro de ser sin más. Gracias.
ResponderBorrarUn abrazo!
"... Es el milagro del ser manifestado como conciencia de ser. " somos ese Milagro, Eterno, Único, Impensable para el pensamiento.
ResponderBorrarGracias por este derroche de textos tan inspiradores.
Un gran y cálido abrazo.
me encantaría conocer a Turiya... tengo un par de preguntas para hacerle...
ResponderBorrarBueno en realidad podríamos empezar a parlotear ahora y terminar allá por el fin de los siglos, riéndonos a mandíbula batiente...
(si puedes arreglar el encuentro te lo agredecería con un pedacito de Pionono)
salutti
La vida, llena de metáforas de amor que se desborda cada segundo para nosotros y seguimos preguntando o deseando, cuando el amor está permanente en uno mismo. Gracias Furia, un abrazo.
ResponderBorrarA mi también me encantaria conocer a Turiya, como a Santoshan, pero para que me diera un poco de ese amor de tan alta vibración que parece tener.
ResponderBorrarY me quedo con la frase "La vida es dar la vida", seguimos con el servicio ...
Gracias Furia.
Un abrazo desde el corazón.
Hola Furia.
ResponderBorrarhermoso diálogo, me empapé en el.
El amor es dar vida...la vida es dar amor...
Besos amiga.
¿El libro esta escrito por tí ?
Gracias
A mí, estos diálogos me hacen acordar a Platón. Y si uno subraya en cualquier parte, se encuentra con aguas profundas, donde se puede investigar más y más. Por ejemplo: la vida consiste en dar la vida. Ya con eso, tenemos para entretenernos un buen rato. ¿Qué es lo que esperamos obtener de la vida, cuando se pone en evidencia que sólo se trata de dar la vida? En fin, espero más diálogos de Turiya y Angelo Nero. Un abrazo.
ResponderBorrarHola, Arianna, me alegro que compartamos el milagro de la vida. Y el milagro de darnos cuenta. Un abrazo.
ResponderBorrarSí, Delia. El amor no tiene objeto, no es amor “para” alguien, sino amor en sí mismo. Cuando aparecen las personas especiales, es porque uno mismo se cree alguna persona especial. Y todo eso no hace más que engendrar separación. Gracias por tu visita. Un abrazo.
ResponderBorrarHola, Silvia. Me alegro que te haya gustado. Luego te envío un mail para responder a tu pregunta.
ResponderBorrarMe alegro, Toni, que podamos compartir esta conversación. Un abrazo.
ResponderBorrarGracias a la vida, Nanako. Un besoto.
ResponderBorrarSí, José Manuel. El asombro de ser. Eso es más que suficiente para vivir. Lo demás, son añadiduras que tomamos como vida propia, pero no pasan de ser ilusiones. Y el asombro de ser también puede ser llamado amor. Un abrazo.
ResponderBorrarAsí es, Zanara querida. Somos ese milagro impensable que se manifiesta como conciencia de ser. Y este milagro de “conocernos” en el Ser.
ResponderBorrarTe doy gracias yo a ti, porque compartes esa luz que te guía. Un abrazo grandote.
Que Turiya se puede reír hasta el infinito contigo, Santosham, pues me lo creo. No olvides que ella es la única mirada y que está escondida dentro de cada uno. Me debes el pedacito de píonono.
ResponderBorrarSí, Queoquina querida. La vida es una metáfora y nosotros somos una metáfora dentro de ella. Poesía pura, como se ve. Un abrazo grande.
ResponderBorrarHola, Teresa. Gracias por traer hasta aquí el amor que eres, vida que da vida. Un beso.
ResponderBorrarQuerida Sina, creo que estás rebosante de amor y eso se advierte en tu obra, en tu manera de ser, en todo lo que haces. Así que no lo digo por pura fórmula. Y por lo que veo, ese cariño que me inspiras a mí también lo despiertas en todas partes. Así que, somos ricas, como ves. Un beso.
ResponderBorrarQué bien que lo has dicho, Peregrina: “El amor es dar vida, la vida es dar amor”. Me quedo con ese camafeo. (El libro lleva mi nombre).
ResponderBorrarGracias, Oso, por tu visita. Y me alegro que investigues tanto. Un abrazo.
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