
El silencio no duerme, ni tampoco
podríamos decir que está despierto.
No sabes si está cuerdo o está loco:
tiene un ojo cerrado y otro abierto.
Ver a Dios, o al silencio, como quieras
llamarlo, te convierte en el Edén
donde todas las partes son enteras
y donde todo es Dios, y tú también.
En el silencio se hacen el amor
la vigilia y el sueño hasta extraer
el arco iris de un vital color.
Aquí, lo que tú ves te viene a ver…
No se puede creer ni es increíble:
aquí se hace visible lo invisible.
Vita Preziosa
---------
Extraído del libro "El Viejo Truco de la Novedad", de Vita Preziosa - Editorial Ananda
------
Imagen: "El Beso", de Victoria Ruiz de Cortázar